Quizá el mejor punto de partida para comenzar en Reikiavik sea el viejo puerto pesquero, ya que en esta zona de la ciudad siempre hay algo cociéndose. Es un estupendo sitio para pasear y hacer algunas compras, además de ser el lugar de comienzo de numerosas excursiones, tanto por mar como por tierra. Entre la diversidad, encontrarás tours en moto, así como excursiones dedicadas al avistamiento de ballenas.
Puede que disfrutar de semejante experiencia como la de avistar estos majestuosos animales, despierte tu interés en saber más sobre ellos. “Las ballenas de Islandia”, la exhibición, sería un primer paso genial, pues es divertida a la vez que educativa.
Cuando conduzcas tu coche de alquiler en Reikiavik, no tendrás que experimentar el mismo estrés que en el resto de las capitales del mundo, pero eso tampoco significa que no te merezcas un descanso tras haber pasado unas cuantas horas al volante. Reikiavik, así como su periferia, albergan una multitud de maravillas de la naturaleza que necesitan ser observadas para poder creerlas. El área geotermal de Krysuvik es uno de esos lugares, así como el estanque de Tjornin, un lugar que te encantará si disfrutas observando aves.
Uno de los lugares únicos que visitar en Reikiavik es un edificio coronado por una cúpula de cristal, el cual recibe el merecido nombre de “La Perla”. Alberga multitud de exposiciones y eventos, a la vez que abastece a la población de Reikiavik, ya que la construcción se sostiene sobre seis gigantescos tanques de agua. Comer en su restaurante es una experiencia singular, pues se halla en constante movimiento de rotación. Podrás ver una réplica de Geysir, llamado Stokkur, el cual erupciona a intervalos regulares. Hay multitud de cosas que hacer y ver, y un coche de alquiler te asegurará tener tiempo suficiente para disfrutar de todas ellas.